Bueno, como ya se habrán dado cuenta, fuimos a la alberca por primera vez! Fue una decisión que tomamos con mucho cuidado ya que es algo muy serio. A ambos bebés les FACINA el agua, pero pues con Levi es algo muy, pero muy peligroso. Y todo el tiempo que estuvimos en el agua, nunca perdí de vista el gran riesgo que es. Pero la verdad es que me estoy acostumbrando, mas bien adaptando a vivir así, conociendo los riesgos de nuestras vidas diarias. Por ejemplo: cada vez que Levi se baña es un riesgo, cada vez que Brian deja la taza del baño arriba es un riesgo, cada vez que toma agua o cualquier líquido es un riesgo! Decidimos hace algo de tiempo no vivir atados al miedo. Tomamos las precauciones necesarias, ponemos las cosas en una balanza y vivimos nuestra vida. 

Así que, ambos bebés se la pasaron super bien! Nosotros también, pero sin relajarnos ni un segundo. Pero al ver a Levi con su sonrisota y pataleando como loco… pues que puedo decir? Vale la pena ir a nadar!